Hola, quiero explicarte tres casos que me han ocurrido durante esta semana.
Una mujer me comenta, durante la consulta, que ya no puede más, que no sabe que hacer, tiene la sensación de que está perdida en un mar de dudas. Después de hablar con ella me dice que está en el paro desde hace 3 meses y que está esperando a que le salga trabajo y a que las cosas cambien. Le pregunto porque espera y su respuesta es otra pregunta ¿Y qué puedo hacer?. El caso es que esta mujer hace 2 años ya sabía que la empresa iba mal y terminarían despidiendo a todos los trabajadores incluido ella. Durante estos dos años lo único que hizo fue esperar a que algo pasara o alguien le ofreciera trabajo. Ahora sigue esperando a que la situación cambie.
Siguiente caso, hace unos días vino a mi consulta un empresario que se quejaba de la situación actual, de la crisis, de que el gobierno no hace nada, de que la gente ya no compra, etc, etc, mi pregunta fue: ¿Y tu que haces?, otra vez la respuesta fue muy parecida: yo no puedo hacer nada, solo me queda esperar a que todo pase.
El tercer caso es el siguiente: estoy en una tienda con la idea de comprar unas cosas que necesitaba para mi trabajo. Una dependienta está atareada con unas cajas y otra esta parada mirando hacia la calle, me acerco a ella y le pregunto si tienen lo que necesito, ella me mira y me dice que esa parte lo lleva la otra chica, que le pregunte a ella.
Estas tres personas no estaban haciendo lo que tiene que hacer. Dos esperan a que las cosas ocurran y la tercera parece que la tienda no va con ella.
Esto me recuerda la historia de Taisen Deshimaru un monje japonés que introdujo el Zen en Europa.
Taisen Deshimaru viajó por toda China para encontrar un maestro Zen que le enseñará y le llevara a encontrar la iluminación. Después de muchos años estudiando en monasterios y sin llegar a encontrar lo que buscaba, Taisen Deshimaru decidió volver a Japón.
Durante su regreso se encontró con un monje muy anciano que trabajaba secando setas bajo un sol abrasador, Taisen Deshimaru le preguntó porque no dejaba ese trabajo para los monjes jóvenes.
El anciano le contestó: Yo lo tengo que hacer.
Taisen Deshimaru le dijo que era muy anciano para trabajar bajo ese sol y que si no quería que lo hicieran los más jóvenes que esperara a que el sol no fuera tan fuerte.
El anciano lo miró y le dijo: “Yo no soy los demás, y no puedo esperar a que otros hagan mi trabajo y tampoco puedo esperar a mañana para hacerlo; mañana tal vez el sol no sea tan fuerte para secar las setas y hoy, ahora, es el momento”
Taisen Deshimaru se quedo parado y de pronto entendió más allá de las palabras, aquel anciano monje le enseñó lo que tanto había estado buscando.
Así que yo siempre me pregunto:
“Estoy haciendo lo que tengo que hacer”
Un saludo
Alejandro Cuéllar
www.mensvenilia.com
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Bueno, me parece muy interesante lo que comentas. Es verdad que mucha gente está esperando a que le solucionen la vida y no toman iniciativas para que las cosas mejoren en sus vidas.
ResponderEliminarYo tengo casi cuatro meses que no he logrado encontrar trabajo. Pero cada pienso y actúo.
Es decir, pienso una estrategia y la llevo a cavo.
He armado cuatro directorios de empresa que busque por internet para enviar CV. Han sido ya 500 CV que he enviado. Aun no he recibido una sola llamada.
Por otro lado he actualizado mi CV en las páginas de empleo y cada día dedico una hora para buscar ofertas que estén con mi perfil y nada.
Ahora he estado repartiendo CV en trabajos que no son de mi profesión que por lo menos me pueda aportaran dinero para sobrevivir pero no he logrado conseguir nada.
Incluso, en algunos restaurantes me dicen que mejor no deje el CV por que ya tienen demasiados y no hay trabajo, pero sigo repartiendo.
He hablado con amigos para correr la voz y nada.
Pero cada noche me duermo pensando en una nueva solución y por la mañana la llevo en práctica realizando a su vez las estrategias que ya he estado haciendo.
Porque lo ago?
Pues peses a que la crisis es real y las oportunidades de trabajo son menos abundantes, no quiere decir que por ello dejen de existir oportunidades.
La suerte no llega sola, uno se lo crea. Pienso que el que persevera alcanza.
“El anciano lo miró y le dijo: “Yo no soy los demás, y no puedo esperar a que otros hagan mi trabajo y tampoco puedo esperar a mañana para hacerlo; mañana tal vez el sol no sea tan fuerte para secar las setas y hoy, ahora, es el momento”” (Cuellar 2009).
Pienso que no puedo esperar a que el gobierno me de trabajo, ni esperar a que mañana que mejore la economía para ponerme a buscar trabajo porque tal vez mañana no llegará. Hoy es el momento.
Mario.
PD. Por cierto, soy Planificador Territorial, especializado en cuestiones de vulnerabilidad y riesgos. Con Máster en Sistemas de Información Geográfico y Técnico en Topografía Digital. Actualmente me he inscrito a un Máster Oficial en Urbanismo y el tema de investigación es sobre la creación de un modelo basado en el proyecto ESPON para definir las zonas de vulnerabilidad y riesgos en el mediterráneo.
Si alguien le interesa saber más de mí para que colabore en algún proyecto o saben de algún amigo que le interese mi perfil pueden escribirme a wintermario@gmail.com
Hola Mario. En la anterior crisis la del 92, yo estaba sin trabajo y con dos hijas, una recien nacida y la otra con un año. Empezé a enviar curriculums y al final decidí coger mi responsabilidad. Fuí a una empresa y me ofrecí a trabajar gratis un mes para que vierean como trabajo y como genero resultados inmediatamente. El director de la empresa me miró sorprendido y me dijo: si estas tan seguro de ti mismo debes ser muy bueno. A los cuatro meses de trabajar allí estaba cobrando más de lo que cobraban otros trabajadores con más años que yo. A veces seguimos haciendo lo mismo día tras día sin obtener resultados. Entonces debemos pararnos y apostar por nosotros mismos. Creeme muy poca gente lo hace y los resultados son increibles.
ResponderEliminarUn saludo
Hola a tod@s,
ResponderEliminarMe siento muy identificada con el ancianito. Mi vida dio un giro en el año 2004, mejor dicho le di yo el giro ese año, me separé pensando que la vida que llevaba me colmaba de cosas materiales pero que no me satisfacía como persona. A continuación de ello vinieron muchos cambios: dejé de trabajar durante dos años para estudiar Psicología, cambié de casa (dos veces), mi hija de 11 años dejó de vivir conmigo durante dos años y hoy por hoy mi objetivo se va cumpliendo pese a que no tuve apoyo afectivo de mi familia, por todo cuanto estaba haciendo. Hoy por hoy me encuentro a un pasito de acabar la carrera, trabajo sin contrato en un restaurante pero no me preocupa en absoluto porque se que es una etapa transitoria hasta que encuentre lo que yo busco (trabajar de Psicóloga), mi hija vive conmigo desde hace un mes aprox., trabajo de voluntaria para una ONG - ADAMA en la que hacemos terapias naturales (masajes, Reiki, Risoterapia, PNL,....) para personas en riesgo de exclusión social (sin techo, personas con VIH, ancianos sin recursos económicos, enfermos, niños, mujeres maltratadas...).
En fin, estoy feliz y contenta de mi trayectoria. Una trayectoria muy dura a nivel emocional, pero la que cubre mis expectativas.
Quien quiera que lea el comentario, os animo a perseguir vuestros sueños. Yo persigo y perseguiré el mío y ello es lo que me da fuerzas para seguir.
Besitos para todos.
Irene